¿Te ha pasado que eliges un tono de esmalte que en el frasco luce hermoso, pero al aplicarlo en tus uñas… algo no cuadra? No es magia negra, es ciencia del color. Bienvenida al fascinante mundo de la 

, una herramienta clave que transforma una manicura común en una obra de arte personalizada.

La colorimetría es la disciplina que estudia los colores, su percepción y cómo interactúan entre sí. En el mundo de la belleza (especialmente en maquillaje, cabello y uñas), es una brújula para tomar decisiones visuales que favorecen, equilibran o simplemente impactan.

¿Por qué importa en un salón de uñas?

Porque no todos los colores lucen igual en todas las personas. Factores como el 

Aplicar la colorimetría en tu servicio te permite:

Elevar tu servicio de lo estético a lo estratégico.

 (pieles que tienden al dorado o amarillo): Colores cálidos como coral, naranja, rojo anaranjado, dorado, nude miel.

 (rosado o azul): Colores como rosa viejo, vino, fucsia, azul, plateado, lavanda.

: ¡Les va casi todo! Pero equilibrar temperaturas puede resaltar más.

 Si las venas en tu muñeca se ven más verdes, tu subtono es cálido. Si se ven más azules o moradas, es frío.

 (alto contraste): Rojo sobre piel clara, negro sobre piel blanca.

 (bajo contraste): Nude en piel media, gris topo en piel clara.

 (colores complementarios): Azul y naranja, rosa y verde, morado y amarillo.

: qué tonos combinan, cuáles hacen contraste, y cómo usar el color para dirigir la mirada o acentuar detalles.

: rojo + azul + amarillo (perfecto para diseños vibrantes y audaces).

El Arte de los Colores: Colorimetría en el Mundo de las Uñas

El lujo no es exceso, es simetría. El diseño no es ornamento, es declaración.

Nacido en los rugientes años veinte y madurado en los sofisticados treinta, el Art Deco no fue un estilo: fue un manifiesto de modernidad. Su alma es una sinfonía de líneas rectas, ángulos audaces, patrones geométricos y materiales que brillan con arrogancia contenida. Desde los rascacielos de Manhattan hasta los vestidores de Hollywood, el Art Deco no decoró el mundo: lo rediseñó.

El Art Deco emergió como una respuesta al caos: la Gran Guerra había dejado cicatrices, pero también un deseo colectivo de reinventar el futuro. Nada de curvas lánguidas ni romanticismos pasados; aquí todo era acero, vidrio, cromo y elegancia sin disculpas. El estilo bebía tanto del Cubismo como del Futurismo, del Egipto redescubierto como del jazz recién nacido.

El resultado: un universo visual en el que todo —desde un edificio hasta un encendedor— podía ser una joya.

Laca negra. Ébano. Aluminio. Mármol. Marfil. Cristal de roca. En el Art Deco, los materiales hablaban con acento cosmopolita. Las superficies eran pulidas hasta la perfección, los colores no se mezclaban: contrastaban con intención. El oro se usaba sin miedo. El nácar aparecía en interiores como si fuera lo más natural del mundo. En su máxima expresión, el Art Deco no era minimalista: era preciso.

En arquitectura, el estilo alcanzó su zénit en estructuras como el 

: un cohete vertical cubierto de acero inoxidable, apuntando sin pudor hacia el cielo. En mobiliario, los diseñadores como Émile-Jacques Ruhlmann y Jean Dunand entendieron que una silla podía ser tan poderosa como un automóvil Packard.

La gráfica y la moda no se quedaron atrás: 

tipografías angulosas, portadas de revistas como Vogue o Harper’s Bazaar

, vestidas con mujeres de siluetas rectas y labios escarlata. El cuerpo se liberaba del corsé y se vestía de satén, con perlas largas y hombros marcados.

Como todo lo que brilla demasiado, el Art Deco fue eclipsado por guerras y crisis. Pero como un diamante enterrado, nunca dejó de latir. Su redescubrimiento en los años 80 y su influencia en estilos contemporáneos como el 

 prueban que la elegancia nunca pasa de moda.

Hoy, el Art Deco es símbolo de un pasado que no temía al futuro. Un recordatorio de que se puede ser moderno sin ser frío. Que la belleza no está reñida con la utilidad. Que la geometría también puede emocionar.

Art Deco no fue un estilo, fue una promesa. Una promesa de que el mundo podía ser recto, brillante y lleno de posibilidades.

La Era del Esplendor Geométrico: Una Celebración del Estilo Art Deco

¿Eres una artista o una excelente artesana en la elaboración de uñas? Si tus diseños impresionan a cada clienta que entra por la puerta, tal vez ha llegado el momento de dar un paso más: convertirte en creadora de contenido. El mundo necesita ver lo que haces con esas manos mágicas, y tú necesitas aprovechar ese talento también en redes.

No necesitas un estudio de grabación profesional. Solo necesitas las herramientas correctas, algo de constancia y muchas ganas de compartir tu trabajo.

Herramientas básicas para grabarte haciendo uñas

Si vas empezando o ya estás lista para mejorar la calidad de tus videos, aquí te dejamos lo esencial:


No necesitas una cámara profesional. Un buen smartphone (gama media a alta) puede grabar en HD o 4K, ideal para mostrar detalles finos como líneas, brillos y encapsulados.

Tip: limpia la lente antes de grabar y usa la cámara trasera (tiene mejor calidad).

2. Trípode de brazo flexible o de escritorio


Para grabar desde arriba mientras haces el diseño. Hay modelos económicos con brazo tipo “cuello de ganso” que puedes ajustar para enfocar justo donde necesitas.


Una buena iluminación marca la diferencia. Un aro de luz pequeño o mediano suaviza las sombras y hace que los colores resalten. Ideal para mostrar el brillo del top coat y los tonos reales del esmalte.


No necesitas un fondo de estudio. Un tapete blanco o rosa claro, limpio y sin distracciones, es más que suficiente. El enfoque debe estar en tus manos y en las uñas.

5. Micrófono (opcional pero recomendado)


Si vas a explicar tus procesos o hacer tutoriales con voz, un micrófono pequeño tipo lavalier mejora muchísimo la calidad del audio. También puedes grabar sin voz y luego poner música o voz en off.

Paso a paso de técnicas específicas (como baby boomer, encapsulado, o 3D).

Tips de cuidado, errores comunes o recomendaciones.

Reacciones de tus clientas (si dan permiso).

InShot (móvil): cortar, acelerar, poner música y texto.

CapCut (móvil): muy popular en TikTok, con efectos y subtítulos automáticos.

VN Video Editor (móvil/PC): más control sin ser complicado.

Tu talento ya está ahí, ahora solo necesitas que más personas lo vean. Ser creadora de contenido no es solo para influencers, también es para profesionales como tú, que transforman cada uña en una obra de arte. Grábate, comparte y deja que tu trabajo hable por ti.

¿Eres una artista de las uñas? ¡Es hora de mostrarlo al mundo!

El Nail Art no es solo cuestión de pulso y esmalte: también es una forma de arte que bebe directamente de la historia, la moda, el diseño gráfico y las vanguardias visuales. Si estás pensando en dedicarte profesionalmente al arte de las uñas, o si simplemente quieres que tus diseños tengan más fondo y concepto, hay ciertos libros que no pueden faltar en tu estantería.

A continuación, te compartimos una lista de libros disponibles en Amazon México que te ayudarán a alimentar tu creatividad, mejorar tu técnica y conectar tu trabajo con siglos de evolución artística.

Este libro es considerado la Biblia de la historia del arte. Si quieres entender por qué el uso del dorado remite al arte bizantino o cómo el minimalismo puede reforzar tus diseños, aquí encontrarás un recorrido accesible y profundo desde las pinturas rupestres hasta el arte moderno.

2. The History of Graphic Design – Jens Müller (Taschen)

El diseño gráfico como fuente de inspiración estética

Este libro es un festín visual. Cada página muestra tendencias gráficas desde 1890 hasta hoy. Desde la Bauhaus hasta el Pop Art y el arte digital contemporáneo, esta obra te dará miles de ideas para jugar con colores, tipografías y geometrías en tus uñas.

3. 100 Illustrators – Steven Heller y Julius Wiedemann (Taschen)

Diversidad visual al alcance de tus pinceles

Este libro recopila a cien ilustradores contemporáneos con estilos que van desde lo kawaii hasta lo gótico. Es perfecto si quieres explorar diferentes formas de dibujar manos, rostros, símbolos o patrones para aplicarlos en tus diseños. Es una mina de oro para cuando necesitas salir del bloqueo creativo.

4. Nail Art: 24 diseños para pintar tus uñas

Más allá de la teoría, también necesitas libros prácticos que te enseñen cómo lograr diseños específicos. Este libro es ideal para quienes están empezando o buscan ampliar su repertorio con ideas frescas y actuales.

El espacio donde tu creatividad toma forma

No subestimes el poder de un buen cuaderno para bosquejar. Existen múltiples journals y sketchbooks diseñados específicamente para practicar Nail Art, con plantillas de uñas listas para que pruebes colores, formas y combinaciones antes de llevarlas a la vida real.

Conclusión: Aprende de los grandes para destacar entre los tuyos

El Nail Art es una forma de expresión con un potencial enorme, pero para que tu trabajo destaque, necesitas una base visual sólida. Conocer los movimientos artísticos, dominar la composición gráfica y explorar referencias visuales te hará no solo una mejor técnica, sino una artista con identidad propia.

Invierte en estos libros, estudia sus imágenes, crea tus propias versiones y llévalas a tus uñas. El arte no está en los museos: a veces, está en tus manos.

Los libros de arte que necesitas comprar si te quieres dedicar al Nail Art

Cuando pensamos en nail art, imaginamos diseños elaborados, técnicas modernas, y una fuerte presencia en redes sociales. Pero esta forma de expresión estética tiene raíces milenarias. La gran pregunta es: 

¿dónde comenzó realmente el arte de decorar uñas?

 Las respuestas más consistentes apuntan a dos civilizaciones que dejaron una profunda huella en la historia de la belleza: 

En la antigua China, el cuidado y la estética de las uñas tienen registro desde 

cera de abeja, claras de huevo, gelatina, tintes vegetales y goma arábiga

, lo que podríamos considerar una versión primitiva del esmalte.

. Durante la dinastía Zhou, los colores dorado y plateado estaban reservados para la nobleza. En la dinastía Ming, los tonos rojo y negro eran los preferidos por la élite. Además, 

las extensiones de uñas y los protectores decorados con oro o porcelana

 mostraban que quien los llevaba no realizaba trabajo manual: era alguien de alto rango.

Esto no era “arte” en el sentido gráfico que hoy aplicamos al nail art, pero 

sí había una intención estética sofisticada y codificada.

 Las uñas largas y ornamentadas eran, literalmente, un símbolo de poder y distinción.

India: henna como arte corporal ancestral

Por otro lado, en India, encontramos una de las expresiones más tempranas y visuales del nail art desde una perspectiva ornamental.

, se practica desde hace milenios. Aunque suele asociarse a diseños en palmas y pies, también incluía 

la cobertura total de las uñas y decoraciones que rodeaban cada dedo

composiciones florales, geométricas o simbólicas

En este caso, no hay esmaltes ni pigmentos permanentes, pero sí hay algo crucial: 

diseño intencionado sobre y alrededor de las uñas, con motivos artísticos complejos.

 Además, este arte tenía (y sigue teniendo) funciones rituales: bodas, celebraciones religiosas, protección espiritual y embellecimiento personal.

Depende de cómo definamos nail art. Comparación entre China e India según distintos criterios:

China: ✅ Fórmulas documentadas desde 3000 a.C.

India: ❌ Usaban henna, no esmalte como tal.

China: ⚠️ Codificación visual por color y estatus.

India: ✅ Diseños gráficos y ornamentales complejos.

China: ✅ Colores y extensiones ligados a la nobleza.

India: ⚠️ Uso ritual y espiritual, con menor carga jerárquica.

China: ⚠️ Uso de color plano y extensiones.

India: ✅ Parte integral del diseño decorativo corporal.

Si definimos nail art como diseño pictórico sobre las uñas, India

 tiene un caso más cercano al arte como lo entendemos hoy: dibujos complejos, símbolos, patrones.

Si lo definimos como embellecimiento estructurado y simbólico de las uñas, China

 se lleva el título: desarrolló esmaltes, reglas de color, y ornamentos que transformaban las uñas en signos de poder.

En cualquier caso, ambas civilizaciones sentaron las bases de algo mucho más grande: el cuerpo como espacio de expresión. Desde henna ritual hasta esmaltes reales, el arte de las uñas no nació en un solo lugar: 

nació en el deseo humano de comunicar algo más allá de la palabra, desde la punta de los dedos.

¿Dónde nació el primer nail art? ¿China o India?

Un video de apenas unos segundos ha capturado la atención del internet, no por escándalos ni por declaraciones altisonantes, sino por algo tan cotidiano como unas uñas bien hechas. En una entrevista de promoción de 

, Pedro Pascal interrumpe momentáneamente la charla para admirar la manicura de la entrevistadora. No lo hace como una broma ni con condescendencia: lo hace con asombro, ternura y entusiasmo real. “Give them over”, dice, mientras extiende la mano para verlas de cerca. "I'm obsessed with nails", remata con una sonrisa auténtica.

https://www.reddit.com/r/Pedro_Pascal/comments/1gngh7z/our_man_is_obsessed_with_nails/

Ese gesto mínimo desató una ola de comentarios positivos. Y no es difícil entender por qué.

Pedro Pascal ha roto esquemas al convertirse en una figura cultural global a una edad donde otros actores comienzan a ser encasillados. A sus casi 50 años, ha encarnado a personajes complejos y entrañables en 

No se presenta como “el hombre nuevo”, simplemente habita su masculinidad con armonía, empatía, y cero necesidad de validación.

¿Qué significan unas uñas para un actor de Hollywood?

El entusiasmo de Pedro no fetichiza ni banaliza. Solo 

 algo que a menudo pasa desapercibido para otros: la creatividad estética, el detalle, el cuidado. Para muchas personas, especialmente mujeres y personas queer, las uñas son 

, y verlo reconocido por una figura masculina de alto perfil es un gesto significativo.

 no tardaron en llenar de amor el momento. Aquí una selección:

(“Es tan poco serio… en el mejor sentido posible”)

“I love how he asked for consent to touch and look at them closely. That’s so sweet.”

(“Me encanta cómo pidió permiso para tocarlas y verlas de cerca. Es tan dulce.”)

“He's a nail polish boy. That's it. That's the post.”

(“Es un chico del esmalte de uñas. Fin del comunicado.”)

“I think it’s so nice when a man not only notices nails but gets excited about them.”

(“Me parece tan bonito cuando un hombre no solo nota las uñas, sino que se emociona con ellas.”)

“He’s such a delight. Like this isn’t a joke to him, he’s genuinely fascinated.”

“The way he said ‘Give them over’ like a little goblin hoarding shiny things.”

(Una joya de comentario, dicho con ternura y humor)

Lo que muchos fans destacan es que Pedro Pascal no impone su presencia: 

. Su calidez no es estrategia; es estilo de vida. Y en un medio donde la masculinidad sigue mostrando fisuras entre lo clásico y lo emergente, él transita con naturalidad, sin predicar, sin actuar de ejemplo, pero siéndolo.

Ese momento de uñas no es una anécdota banal. Es una muestra de cómo se puede gozar la fama con humanidad.

Pedro Pascal está construyendo un espacio muy particular en la cultura pop: uno donde se puede admirar una manicura en plena entrevista, eso se vuelve parte de lo que lo hace querido y nos encanta.

Pedro Pascal está obsesionado con las uñas

¿Sabías que pintarse las uñas alguna vez fue un símbolo de guerra, poder… y a veces hasta de castigo?

 Así es. El arte de embellecer las uñas —eso que hoy vemos desfilar en tutoriales de TikTok o brillar con efecto cromo bajo las luces de un salón— tiene raíces que se hunden en miles de años de historia, cultura y creatividad. Esta es la historia del 

, de cuando los faraones dominaban el Nilo hasta el scroll infinito de Instagram.

En el Antiguo Egipto, la cosmética desempeñaba un papel integral en la vida cotidiana, no solo por razones estéticas, sino también por su significado espiritual y social. La henna, un tinte natural derivado de la planta 

, se utilizaba para teñir el cabello, la piel y las uñas. Este uso está documentado en prácticas funerarias, donde se han encontrado momias con uñas y cabellos teñidos, lo que indica su importancia en rituales de preparación para la otra vida 

Aunque no existen registros específicos que indiquen que figuras históricas como Cleopatra utilizaran henna para teñirse las uñas, el uso generalizado de cosméticos entre las élites egipcias sugiere que prácticas similares eran comunes. La aplicación de henna no solo embellecía, sino que también servía como símbolo de estatus y protección espiritual, reflejando la profunda conexión entre la estética y la cultura en el Antiguo Egipto 

(Perfumes and cosmetics in the Ancient World)

 como lo entendemos hoy, podemos afirmar con base en la evidencia arqueológica y bibliográfica que:

, además de cabello y piel, especialmente en rituales funerarios.

El color en las uñas formaba parte de un lenguaje visual

, no decorativo en el sentido moderno, pero sí cargado de significado.Su aplicación estaba ligada a 

funciones simbólicas, espirituales y sociales

Estas prácticas representan una aproximación temprana a la estética personal, en una cultura donde el cuerpo tenía una dimensión ceremonial.

En la antigua China, alrededor del año 3000 a.C., se desarrollaron fórmulas tempranas de esmalte de uñas utilizando ingredientes naturales como cera de abeja, clara de huevo, gelatina, tintes vegetales y goma arábiga. Estos esmaltes no solo tenían fines estéticos, sino que también reflejaban la posición social de quien los usaba. Durante la dinastía Zhou (1046–256 a.C.), los colores dorado y plateado eran reservados para la realeza, mientras que en la dinastía Ming (1368–1644), los tonos rojo y negro se asociaban con la nobleza. Las clases bajas tenían prohibido usar estos colores, y su uso indebido podía acarrear severas sanciones.

Además, el uso de extensiones de uñas y protectores elaborados con materiales preciosos como oro y porcelana se convirtió en una práctica común entre las élites, simbolizando que no realizaban trabajos manuales y, por ende, su alto estatus social.

Babilonia: uñas como preparación para la guerra

En la antigua Babilonia, alrededor del 3200 a.C., los guerreros se preparaban para la batalla con rituales que incluían el cuidado personal. Se ha documentado que utilizaban kohl, una sustancia cosmética, para pintar sus uñas de negro o verde. El color negro estaba asociado con los nobles, mientras que el verde era común entre las clases bajas. Este uso del color servía tanto para intimidar al enemigo como para reflejar la jerarquía social dentro del ejército.

Edad Media y Renacimiento: el silencio del esmalte

Durante la Edad Media, la estética de las uñas entró en un letargo. El cristianismo promovía una imagen de modestia, y la ostentación corporal (incluyendo las uñas largas o pintadas) era mal vista. Pero en el Renacimiento, el cuidado personal regresó poco a poco como una práctica noble. No hay pruebas de 

 como lo entendemos hoy, pero sí se valoraban las uñas limpias, pulidas y bien formadas.

Siglo XX: de las estrellas de cine a la calle

La verdadera revolución llegó con el siglo XX. En los años 20, la invención del esmalte moderno (inspirado en la pintura de autos) permitió una gama de colores inédita. La marca Cutex popularizó el esmalte de uñas como un artículo accesible, y Hollywood hizo el resto: estrellas como Rita Hayworth y Jean Harlow llevaban uñas perfectas, convirtiéndolas en objeto de deseo y aspiración.

En los años 70 llegaron las uñas acrílicas, los salones de uñas se multiplicaron y el 

 se convirtió en un estándar elegante. Los 80 trajeron el neón, los 90 el minimalismo y los 2000 una fiebre por los brillos y las decoraciones 3D. Cada década, una uña.

Instagram y la democratización del arte en miniatura

 es una forma de expresión, empoderamiento e identidad. Desde diseños minimalistas hasta elaboradas piezas tridimensionales con pedrería, fuego y aerografía, lo que antes era lujo ahora es cultura pop. Gracias a Instagram, TikTok y Pinterest, lo que ves en Tokio por la mañana puede inspirar un diseño en Buenos Aires por la tarde.

Además, ha dado voz a una enorme comunidad de artistas independientes que dominan técnicas, tendencias y narrativas propias, elevando la manicura a la categoría de micro arte contemporáneo.

Pintarse las uñas ya no es solo cuestión de estética: es una forma de contar historias, afirmar identidad y conectar con una tradición que ha cruzado siglos y culturas. El nail art sigue evolucionando, pero su esencia permanece: una expresión personal hecha arte, desde la punta de los dedos.

Del Antiguo Egipto al Instagram: Breve historia del Nail Art

, cada gesto, cada prenda y cada espacio están diseñados con intención. Nada es accesorio. Y en el caso de Yubaba, la imponente bruja que domina los contratos y las transformaciones, incluso sus uñas cuentan una historia. A simple vista, podría parecer un detalle estético más, pero si se observa con atención, las uñas de Yubaba (y su hermana gemela Zeniba) son un símbolo de poder, disciplina y presencia.

 explora cómo un mismo diseño puede reflejar dos tipos muy distintos de poder femenino: el que se impone desde el control y el que se sostiene desde la contención.

Yubaba no necesita gritar, aunque lo hace, para ser temida. Cada movimiento suyo está calculado, es teatral y cargado de autoridad. Y sus uñas no son la excepción.

 Rojo brillante, pulido hasta la perfección. No hay esmalte fuera de lugar.

 Gloss extremo, espejo, que atrapa la luz como si de joyas se tratara.

 Anillos enormes con piedras preciosas, distribuidos estratégicamente en cada dedo. Ninguno compite con las uñas; todos las enmarcan.

Estas uñas no son un lujo, son un instrumento de poder. Señalan, firman, ordenan. Marcan la distancia entre ella y los demás. Son un recordatorio constante de que Yubaba no es alguien a quien uno quiera contrariar.

El rojo, en ella, no es pasión: es fuego, sangre, dominio.

Cuando conocemos a Zeniba, notamos el impacto inmediato de su carácter. Comparte la misma figura, el mismo peinado, los mismos accesorios que su hermana… sin embargo, nada en ella se percibe igual.

. Los anillos siguen ahí. Y sin embargo, pierden todo matiz intimidante. En Zeniba, estos detalles no imponen, invitan.

El rojo en Zeniba es ceremonia, respeto por sí misma. Sus uñas no controlan: delimitan. Hablan de una mujer que conoce su poder, pero no necesita desplegarlo para obtener lo que quiere.

Este contraste entre las gemelas subraya una idea poderosa: el diseño puede ser el mismo, pero la intención lo transforma todo. Las uñas de Yubaba y Zeniba nos enseñan que la estética no es neutra. Que las manos pueden ser lenguaje. Y que el poder no siempre necesita volumen: a veces basta con presencia.

“Las uñas de Yubaba dicen: ‘obedece’. Las de Zeniba, ‘elige bien’.”

Diseño de uñas inspirado en las hermanas para tu salón

 Anillos grandes dorados con gemas verdes o azules.

 Rojo brillante con un sutil degradado rosa en la base.

 Anillos opacos, perlas o gemas suaves que reflejan luz sin exagerar.

Las Uñas de Yubaba (y Zeniba): Una Lección de Poder y Sombra en Esmalte Rojo

Mucho más que una moda de TikTok: el universo visual detrás del nail art kawaii

Si alguna vez pensaste que las uñas eran solo un accesorio más, el estilo Labubu viene a demostrarte lo contrario. Inspirado en los entrañables personajes del colectivo POP MART, los charms y calcomanías con Labubu han transformado las uñas en pequeños lienzos de arte temático, cargados de nostalgia, cultura pop y una estética muy específica: la ternura rebelde del diseño kawaii contemporáneo.

Los Labubu fueron popularizados inicialmente por la artista de Hong Kong, Kasing Lung, en 2015, cuando fueron creados como personajes de su serie de libros ilustrados "The Monsters". Luego, su popularidad se disparó gracias a la colaboración con Pop Mart, una compañía de juguetes de diseño, que lanzó figuras coleccionables de Labubu en 2019.

Las tendencias de búsqueda de Labubus se sostienen, si bien ya pasó el primer golpe de hype, la tendencia se sostiene lo suficiente para convertirse en un estilo que permanecerá los siguientes años.

🧸 ¿Quién es Labubu y por qué está en tus uñas?

, una serie de figuras coleccionables con aire travieso y rasgos infantiles que remiten a personajes como los Moomins, con un giro más gamberro. Su rostro tierno pero inquietante ha conquistado desde vitrinas de coleccionistas hasta los salones de uñas más trendsetters.

El estilo se ha expandido en redes sociales gracias a stickers, charms y pegatinas como 

, donde los personajes no solo decoran, sino que se integran con precisión en composiciones artísticas sobre la uña.

La forma almendrada estiliza los dedos y sirve como base ideal para los detalles decorativos. Pero la cuadrada suave también está ganando terreno para quienes buscan algo más edgy.

Base nude o pastel para dejar respirar al personaje

Usar bases limpias (blanco hueso, nude beige o lila pálido) permite que los charms destaquen sin saturar la composición.

Charms, calcomanías y elementos metálicos

Las Labubu Nails suelen combinar stickers con pequeños apliques metálicos: estrellas, tuercas, arillos. La clave está en la mezcla de lo adorable con lo industrial o inesperado.

Un terminado en gel permite encapsular los stickers y da ese efecto “de juguete nuevo”, mientras que el acabado mate los convierte en una obra de arte ilustrada.

No es solo por TikTok. Este tipo de uñas mezcla microestética, cultura visual y un alto componente de personalización. Cada juego de uñas puede ser una narrativa distinta: 

Lo que era un arte de salón se ha vuelto una rama más del fanart y la autoexpresión.

Labubu + tonos malteados = look de otoño suave

Labubu + cromado plata = estilo cyber kawaii

Labubu + neón + stickers grandes = vibe Harajuku maximalista

A continuación te compartimos unas posibles combinaciones de base para tus Nail Charms.

Si buscas una forma creativa de llevar tus personajes favoritos contigo, prueba este estilo. Labubu no solo es un sticker lindo; es una pequeña revolución visual sobre tu mano.

Te sugerimos buscar más nail charms en Etsy, Temu y Amazon.

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